Resumen
El Puente Qeswachaka, ubicado en la provincia de Canas, en Cusco, Perú, es mucho más que una construcción colgante: es una reliquia viva que conecta el presente con el pasado. Esta obra maestra de ingeniería Inca ha sido preservada a través de los siglos gracias a la dedicación de las comunidades locales, que mantienen viva una tradición única en el mundo.
Tejido a mano con fibras naturales, este puente es un ejemplo perfecto de la armonía entre la humanidad y la naturaleza. El material utilizado, conocido como “qoya”, es extraído del maguey (una planta andina) y cuidadosamente trenzado para formar cuerdas que soportan el peso y la resistencia del puente.
Lo más impresionante es que, cada año, las comunidades campesinas cercanas realizan una ceremonia ancestral para reconstruir el puente, siguiendo técnicas transmitidas de generación en generación. Este evento no solo resalta la maestría técnica de los antiguos incas, sino que también refuerza el sentido de comunidad y pertenencia entre las familias locales.
El Qeswachaka no es solo un puente; es un símbolo de resistencia cultural, un recordatorio de la grandeza de la civilización inca y un patrimonio cultural inmaterial reconocido por la UNESCO.
Ahora, imagina caminar por este puente colgante, suspendido sobre el río Apurímac, rodeado de un paisaje natural que quita el aliento. Si buscas una experiencia auténtica que combine historia, cultura y aventura, una excursión al Puente Qeswachaka es una opción que no puedes dejar pasar.
Destacados
- EL asombroso puente Qeswachaka